Este precioso templo de estilo neobarroco murciano, situado sobre una colina en el barrio de Campoamor que con sus dos esbeltas torres se divisan desde cualquier punto de la villa y las pedanías huertanas de la zona occidental cercana a Alcantarilla.
Sin embargo su interior fue concebido por el alma y motor de esta iglesia el reverendo D. Pedro Pérez García, como una de las Basílicas Romanas especialmente parecida a San Pablo Extramuros de la capital italiana.
El templo de grandes dimensiones tiene adosado la sacristía, casa parroquial, etc. Fue realizado con los planos del aparejador Sr. Baguena, suboficial del ejército del Aire que se vio plasmado con una techumbre decorada con cuadros con rosetones en estuco de oro e imitación al mármol. Techo recto y 3 naves separadas por columnas de mármol. La mayor muy superior en amplitud a las 2 laterales y con bellísimos frescos de colorido vivísimo. Sin crucero acaba en un presbiterio y altar mayor cóncavo con una decoración barroca donde predomina el oro y los mármoles, así como algunas estofas de plata fina.
El interior fue decorado por pintores valencianos dirigidos por Miguel Meler Carmelet, siguiendo el estilo valenciano de los siglos XVII y XVIII y representan escenas de la Virgen María como Reina de la Iglesia, de los Santos y del mundo en general y “La Anunciación del Señor”, todo esto en el riquísimo y decoradísimo techo.
El altar Mayor culmina en una bóveda en forma de cueva con la escena de “La Asunción de la Virgen”, con el sepulcro, apóstoles y santos en la parte inferior y La Santísima Trinidad que con 2 ángeles se disponen a coronar a María como Reina y Señora de toda la Creación.
La parroquia y el bellísimo templo fueron consagrados solemnemente por el obispo de Cartagena – Murcia, don Ramón Sanahuja y Marcet en Mayo de 1958, años después el templo se enriquecería con una monumental y sensacional Vía Crucis de Mosaicos vitrales obra del gran artista Espinardo, Hernández Carpe, quizás el mas grande de España. Sin embargo desde mi punto de vista a pesar de ser una excelente obra de arte, por su estilo no va con las características renacentistas y barrocas del templo. Las columnas que sostienen el bellísimo techo plano son de mármol en estilo compuesto muy repetido en el barroco romano y español.
El templo se dedico a LA ASUNCION DE LA VIRGEN por haber declarado el Papa Pío XII el Dogma de La Ascensión de María a los cielos. En su interior se hallan varias esculturas de excelente porte como la titular y San José Obrero, tallas de la escuela valenciana y San Pancracio en el lado derecho obra del alcantarillero Fernando Ortuño. A la entrada del templo se halla la interesante escultura del Cristo de “La Buena Muerte” titular de la Procesión del Silencio, la noche del Miércoles Santo; interesante talla de Cristo ya muerto obra del escultor de Espinardo, José Noguera, tan importante en la renovación de la Semana Santa de Alcantarilla.
La fachada principal esta flanqueada por 2 airosas torres que con ciertas diferencias se parecen a las torres del Monasterio de Los Jerónimos o de la Iglesia del Carmen de Murcia, pero estas mas decoradas con balaustradas y rematadas en una linterna circular con columnas y la tradicional cruz de hierro con la veleta.
La portada propiamente dicha tiene 3 puertas con arcos de medio punto, la mayor rodeada por 2 columnas coronadas por u frontón partido con el símbolo del ánfora con azucenas, emblema de la Catedral de Murcia y su cabildo, y también de Santa María de Gracia y pureza. Más arriba 4 pequeñas ventanas juntas en arcos de medio punto y flanqueadas del símbolo de la azucena. Un pequeño rosetón y un frontón con numerosas curvas coronadas por el lema “Ave María” y una gran cruz.
Tiene un bello pórtico y entorno con jardines a su alrededor con fuentes de agua y parterres de flores que llega desde el montículo parroquial hasta la Calle Mayor; enfrente el monumento en piedra a la Inmaculada Concepción de la Virgen.
En su interior – Tabernaculo_ se encuentra un precioso crucificado de la Escuela Andaluza del S. XVII, donado por un particular.
CRUCUFUCADO preciosa y casi desconocida imagen procedente del tabernáculo del Altar Mayor, fue realizada en madera policromada de pequeñas dimensiones regalada en los años 50 por una señora y es verdaderamente bonito.
Es obra escultórica del siglo XVII y por sus rasgos técnicos me parece podemos enmarcarla con toda seguridad en la Escuela Barroca Andaluza y mas concretamente en Sevilla. El Sr. Cura párroco dice que es atribuida a Martínez Montañés. Seria esta la única escultura que hay en la Región de Murcia del gran imaginero sevillano.
El Cristo esta en agonía con una expresión muy realista del dolor en los momentos cercanos a la muerte y nos recuerda a otros crucificados que posesionan en la Semana Santa Sevillana.
El modelado y el cromatismo es realmente bello, así como la anatomía del redentor con una mirada angustiosa y extraviada.
Imagen que nunca ha sido expuesta en muestras escultóricas de la Región de Murcia o fuera de ella y que esta perfectamente conservada.