Edificada por un equipo valenciano de maestros constructores de chimeneas, para la fábrica del industrial Juan Antonio López Martínez, destinada a la destilación de aromas naturales; de ahí el nombre “de la Esencia”.
En 1950, la fábrica pasó a ser propiedad de Luis Martínez Guzmán e hijos, y se destinó a la fabricación de conservas vegetales, hasta el año 1982.
La chimenea de ladrillo macizo mide 26,5 metros de altura. De sección octogonal, que arranca de una base o pedestal y termina en un anillo con corona, boquilla y un pararrayos. Esta chimenea industrial, junto a la de Esteva y Silla, testimonia el auge económico que supuso la industria conservera en Alcantarilla, con doce fábricas en plena actividad en el siglo pasado.