Cuatro construcciones cuyo uso original fue auxiliar al uso del ferrocarril. Se disponen alineadas consecutivamente y ala vez paralelas y contiguas a la línea férrea. Se aprecian detalles de la arquitectura de hierro de la segunda mitad del S.XIX.

La estación de cercanías construida entre 1985 y 1986, que da servicio a los trenes de la línea C-2 (Cercanías Murcia/Alicante) que conectan Águilas con Murcia. Para la primera y más antigua estación de Alcantarilla (ya desaparecida) que dio servicio a la antigua línea ferroviaria de Granada a Murcia, Cerrada en 1985. Alcantarilla-Villa fue una estación ferroviaria de paso situada en el barrio de San Roque de Alcantarilla, en la Región de Murcia, que daba servicio ferroviario al núcleo urbano de esta localidad.

En 2002 el Ministerio de Fomento decide cerrar el despacho de venta de billetes de largo recorrido, manteniendo hasta 2012 parada de dos trenes Talgo en servicio Altaria cada día.
Una Real Orden de 24 de diciembre de 1860, firmada por Isabel II, autoriza la construcción del tramo que uniría el municipio albaceteño de Chinchilla de Montearagón con Cartagena, prolongándose más tarde hasta Escombreras, y dando lugar así al eje Madrid-Cartagena.
De esta época se tienen pocos datos, aunque se sabe que por aquel entonces las líneas eran de explotación privada y los trenes ya hacían parada en Alcantarilla, aunque no existía el edificio de la estación.

Es a partir de 1890 cuando el municipio se convierte en un nudo ferroviario de primer orden como cabecera de la línea Alcantarilla-Lorca, aunque bien es cierto que este servicio lo prestaba la antigua estación de Alcantarilla-Campoamor, situada a medio kilómetro y derribada recientemente. Sin embargo, la construcción de esta línea, también de explotación privada, así como la unión de ambas hacia Murcia y Andalucía, propició que las vías formaran un triángulo conocido hasta hace poco como “Entrevías”.

A principios del Siglo XX, el nudo ferroviario y la floreciente industria local, hacen necesaria la construcción de una terminal de viajeros y otra de cargas. Se hacen siguiendo el estilo modernista de la época, resultando así un edificio de una sola altura con forma de hueso, es decir, con los extremos más anchos. La cubierta es a dos aguas en la parte central y a tres en los extremos. En el interior, en la parte central, se ubica el vestíbulo de la estación, donde se encuentran las consignas; un kiosko, que también da al andén; la cabina de teléfono; las butacas de espera; el acceso a cafetería y el ventanuco de venta de billetes. En el extremo izquierdo está la cafetería y en el derecho el Gabinete de Circulación y la Jefatura de Estación. A los retretes se accede desde el andén, y están en el ala derecha también.

Durante gran parte del Siglo XX fue un importante núcleo de transportes ya que contaba con terminal de viajeros, hoy apeadero; terminal de carga, hoy cerrada; rotonda giratoria para las locomotoras y trenes no reversibles y muelle de carga tren-camión para mercancías y correos. Un ramal entraba hasta la fábrica de Galindo.

Contiguos al edificio de viajeros se construyeron dos edificios auxiliares más; uno, a la derecha, como terminal de cargas, siguiendo el estilo de las demás terminales de la línea y con muelle tren-camión; el otro, a la izquierda, para uso de Correos.

En 1923 se apeó de un tren en su andén principal S.M. Alfonso XIII de España, quién fue recibido por la Corporación Municipal y la práctica totalidad del pueblo que se agolpó para tal acontecimiento. Después el Rey continuó viaje a Cartagena. Antes ya lo hizo su padre, Alfonso XII el Pacificador, un 20 de octubre de 1870, si bien no existía la estación actual sino unas instalaciones anteriores.

El andén principal, que da servicio a la vía 1, se cubre con una marquesina en hierro forjado de color gris. A él también daba el quiosco (hoy cerrado) y tuvo un reloj típico de las estaciones españolas y tuvo también la placa del Instituto Geográfico Nacional que expone la altura sobre el nivel del mar. Frente a éste se construyeron dos andenes de viajeros más para dar servicio a las restantes vías.

La estación actualmente
En 2002 el Ministerio de Fomento decide cerrar todas las estaciones que no resultaran rentables, suprimiendo además la parada de trenes con el pretexto de hacer más ágiles los servicios ferroviarios, que desde entonces sólo pararían en las capitales de provincia y grandes núcleos urbanos. Actualmente, esta estación de estilo arquitectónico modernista de finales del siglo XIX y comienzos del XX.