La Plaza de Abastos de San Pedro de Alcantarilla es consecuencia directa de la situación que vivió en esos momentos la villa gracias al apogeo de la industria, que la hace estar en los años veinte a la cabeza regional. Esto trajo consigo una serie de cambios que condujeron a un proceso de modernización y de búsqueda de prestigio, dentro del que se insertó la construcción de la Plaza de Abastos de San Pedro y su encargo a uno de los arquitectos más importantes de la Región en aquellos momentos, José Antonio Rodríguez Martínez.

A mediados de siglo, el ensanche de Alcantarilla, es decir, el Barrio de Campoamor, que se había ido formando desde los años veinte para alojar a la población que se instalaba en la villa para trabajar en sus numerosas fábricas, estaba consolidado(,) por lo que surgió la necesidad de edificar otro mercado en esa zona para descongestionar el de San Pedro y dotar de un servicio básico al nuevo barrio, separado del resto del núcleo urbano por las vías del tren. Con la edificación de este otro inmueble, se cierra en Alcantarilla el proceso de dotación del servicio de abastos a toda la población.