Al igual que tantos pueblos de España, Alcantarilla ha sabido dar a la Historia y la posteridad grandes hijos, que han llevado su origen con orgullo, preciándose del mismo y haciendo conocido y agradecido el nombre de su pueblo de origen. Pese a su escaso peso demográfico y a ser durante muchas épocas poco más que una aldea a la sombra de la capital, de sus barrios humildes han salido hombres que han dejado impreso su nombre en los libros de oro de la Historia, en cualquiera de sus ámbitos.
Fue el caso de Sebastián Lorente, hombre de marcado cariz humanista, que tras llegar hasta la corte de la regente María Cristina de Borbón, marchó a América, dejando en el Perú postcolonial una imborrable huella, ligada al progreso de la educación y su universalización. Aún hoy en día, su nombre y el de las obras que dejó allí, dedicadas sobre todo a mejorar la instrucción de las personas, son recordadas. Pero además de humanistas e ilustrados, Alcantarilla ha sabido también ser cuna de personas con una calidad humana y una bondad que les han permitido subir a los altares, como el Beato Andrés Hibernón.
También la política y las letras tienen en su seno a varios alcantarilleros ilustres, entre los que sobresale Pedro Jara Carrillo, destacado literato que llegó a ser uno de los más brillantes concejales del consistorio murciano en una época de regeneracionismo e impulso social. Gracias a sus gestiones y su tesón, hoy nuestra Región puede enorgullecerse de contar con uno de los mejores conservatorios superiores de España, o de tener en la Universidad de Murcia a un claro exponente de su pujanza científica, cultural y docente. A través de esta página queremos darles a conocer los grandes rasgos biográficos de estos alcantarilleros, que han hecho más conocido y apreciado el nombre de nuestro pueblo.
El 21 de marzo de 2004 Madre Piedad de la Cruz fue beatificada en Roma. Esta es la fecha anunciada para la culminación de un proceso que permite a Alcantarilla contar un acontecimiento extraordinario, de marcado carácter no sólo religioso, sino también social. Nacida en la localidad valenciana de Bocairente el 12 de noviembre de 1842, Tomasa Ortíz Real ha trascendido a la historia como Beata Piedad de la Cruz. Su futura consagración como beata, prevista para la primavera de 2004, la sitúan como uno de los grandes personajes ligados a Alcantarilla, adonde en 1887 trasladó la primera comunidad de Terciarias Carmelitas, que posteriormente, en 1890, se convertiría en la Congregación de Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.