Conocemos a través de las fuentes históricas que en torno al siglo XII en la huerta murciana se introdujeron nuevas especies frutales como la naranja, el limón o el pomelo, frente a cultivos tradicionales como los cereales, la vid o el olivo.
Estos nuevos cultivos se adaptaron rápidamente y aportaron una gran variedad, caracterizando un nuevo paisaje de jardines y huertos, donde predominaban peras, granadas, membrillos o higos entre otros.
Las nuevas técnicas agrarias e hidráulicas dieron paso a la creación del paisaje que nos caracteriza: la huerta del Segura.