Tenemos conocimiento de que asentarse y cultivar en las proximidades a los ríos posibilitaba una excelente calidad de las producciones. Pero en épocas de crecida el agua arrasaba con todo lo que se encontraba a su paso, como consecuencia suponían un riesgo.
Sabemos por Al-Idrisi, en el siglo XII, de una alquería, denominada “Qantarat A_k_ba”, situada junto a la orilla del río Segura, pasando a llamarse Al-Qantarat, Alcantariella, en época cristiana y derivando en Alcantarilla.
En numerosas ocasiones los pobladores de esta alquería tuvieron que combatir las continuas riadas hasta que decidieron cambiar su ubicación en torno a la actual Iglesia de San Pedro.
Hoy día existen tecnologías para alertar de este fenómeno, pero ¿sabías que durante siglos se utilizaban caracolas y campanas para alertar de la crecida de los ríos?